Partiendo de la posición inicial, el dantzari hace un demi-plié  y salta hacia arriba. Debe extender las puntas de los pies hacia el suelo pero mostrando la parte interior de ambas piernas, es decir, manteniéndolas en la misma postura que tenían en la posición inicial. Una vez en el aire, el dantzari debe cruzar el pie izquierdo por delante del derecho y al volver a descender al suelo amortiguará la caída con un demi-plié. El paso concluye en  posición inicial, es decir, en la misma posición que el dantzari mantenía al iniciarlo.

Lo que acabamos de describir es la muriska erdia o media cabriola que se realiza  con el pie izquierdo adelantado. Si al principio es el pie derecho el que está delante, para ejecutar la media cabriola  el dantzari hará un demi-plié  y saltará hacia arriba. Mostrando la parte interior de sus piernas, extenderá las puntas de los pies hacia el suelo y, suspendido en el aire, cruzará el pie derecho por delante del pie izquierdo. A continuación, volverá a caer al suelo con un demi-plié y acomodará el talón del pie derecho en el centro del arco interior del pie izquierdo.

		Las medias muriskas o medias cabriolas se realizan del siguiente modo:  Con los pies en posición de inicio de danza [el dantzari] alzará del suelo ambos pies simultáneamente y, como cuando ejecuta la cabriola completa,  golpeará  con el maléolo externo del tobillo del pie izquierdo la zona media de la caña del  pie derecho y volverá a caer al suelo sobre los dos pies, cruzados en la misma posición en la que los chocó [en el aire], a saber, el pie derecho detrás y el izquierdo delante. A continuación, se elevará del suelo  con ambos pies al mismo tiempo y golpeará  primero  con el maléolo externo del tobillo  del pie derecho  la zona media de la caña del  pie izquierdo, y volverá a caer al suelo sobre los dos pies, cruzados en la misma posición en la que los chocó [en el aire], a saber, el pie izquierdo detrás y el derecho delante.  Esto son dos medias cabriolas