Este lauarin se ha reconstruido a partir de la descripción que de él realiza Iztueta. Este paso no nos lo ha transmitido la tradición, pero guarda gran semejanza con el que se ha podido ver ejecutar a algunos dantzaris veteranos.
El movimiento que Iztueta describe al inicio de cada uno de los cuatro movimientos que constituyen el lauarin zaharra (lauarin antiguo) se ha interpretado aquí como la moucheté o muxeta, conocida en varias tradiciones de danza. Así pues, para comenzar cada movimiento hacia un lado, el dantzari ejecutará una muxeta y, a continuación, girando el cuerpo posará en el suelo el pie con el que realizó la muxeta y pisará su punta con el otro pie. Comienza hacia la derecha y, por lo tanto, el primer movimiento se iniciará haciendo la muxeta con la derecha; después se ejecutará el mismo movimiento hacia la izquierda, el tercero hacia la derecha y en el cuarto el dantzari retornará a la posición inicial hacia la izquierda.
Según explica Iztueta, este paso está constituido por cuatro movimientos, de modo que hay que ejecutarlo cuatro veces, dos veces hacia cada lado.
Los lauarin o cuatro pelos se ejecutan de la siguiente manera:
Alzando solamente el pie derecho y con la punta del pie mirando a un lado, moviéndolo hacia fuera se toca con el maléolo exterior del tobillo derecho la parte media de la caña del pie izquierdo, que [el dantzari] mantiene apoyado sobre el suelo, y se coloca sobre el suelo a medio palmo de distancia del pie izquierdo, con la punta muy atrás y el talón mirando hacia adelante. Cuando [el dantzari] finalmente posa éste en el suelo debe alzar inmediatamente el pie izquierdo haciendo que su talón se quede tocando el dedo gordo del pie derecho por la parte interior y con el cuerpo mirando al costado derecho. Esto es lo que se denomina lauarin o cuatro pelos.
Tal como indiqué antes, [el dantzari] ha de alzar solamente el pie izquierdo y, moviéndolo hacia fuera con la punta mirando a un lado, debe tocar con el maléolo externo del tobillo izquierdo la parte media de la caña del pie derecho, que mantiene apoyado sobre el suelo, y debe posarlo en el suelo a medio palmo de distancia con la punta muy atrás y con el talón mirando hacia delante; al posar el talón sobre el suelo inmediatamente debe elevar el pie derecho haciendo que su talón toque el dedo gordo del pie izquierdo por la parte interior y manteniendo el cuerpo mirando al costado izquierdo. Esto es el segundo lauarin. Estos lauarin o cuatro pelos nunca se ejecutan cada vez en número superior ni inferior a cuatro.
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