Biribilketa
Se trata de una danza, también conocida como Corre Calles, en que hombres y mujeres, sin ningún tipo de orden, saltan al ritmo de la música formando una cadena, pues van cogidos de las manos. Su desarrollo caótico, sin responder a ningún tipo de orden en los danzantes, ni en la dirección que han de tomar, limitándose a seguir a la cabeza de la danza, ha dado lugar a especulaciones teóricas que relacionan tal exhibición con el mito de Teseo saliendo del Laberinto.
Indumentaria
Al tratarse de una danza social y mixta, no regulada por el ritual o la etiqueta de ciertas celebraciones, ha permitido que se pueda realizar con la indumentaria, vestidos y utensilios, que más a mano se hayan encontrado. Aún hoy podemos ver realizar la Biribilketa vestidos con traje, o de calle, con buzo, y portando los más variados instrumentos, ya que se trata, esencialmente, de una danza comunal, exhibida en cualquier momento de alegría.
Útiles
No existen útiles propios para la ejecución de tal danza, toda vez que quien la realiza o toma parte de ella se suma a la misma a partir de su propia realidad.
Música
Las músicas y ritmos con los que se ha bailado la Biribilketa han sido siempre rápidos y alegres con gran variedad de partituras y variaciones debidas, sobre todo, a la facilidad que posee tal exhibición para adecuarse al ritmo.
Geografía e Historia
La coreografía de la Biribilketa, así como su ejecución, saltando al compás agarrados de las manos chicos y chicas, sin orden ni concierto más allá del seguir a la música, deambulando de un lado hacia otro, con puentes sobre y bajo los que pasan los danzantes nos hace pensar que se trata de una danza de muy antiguo origen. Pueblos primitivos de todos los rincones del globo han utilizado los mismos parámetros para dar rienda suelta a sus estados de ánimo.
En el caso de la danza exhibida en Bizkaia, lo mismo que en el resto de Europa, no existen referencias precisas que nos permitan situarla en una época concreta, y los autores han querido ver incluso referencias simbólicas a la salida de Teseo del Laberinto del Minotauro al referirse a ella, dandole así un carácter más oscuro aún, asociado a la Mitología clásica Mediterránea, no tan ajena a nuestras tierras.
Hipótesis ad hoc como esta es algo común en las sociedades ágrafas como la vasca, en las que sólo a través de viajeros y visitantes hemos podido acercarnos a las labores y modo de vivir de nuestros antepasados en un tiempo no tan pretérito.
En épocas más recientes encontramos referencias incluso pictóricas de danzas de hombres y mujeres entrelazados por las manos. Se trata de danzas palaciegas en las que al son de un pandero, de una flauta o simplemente de la voz, se realizan las vueltas y revueltas que componen la Biribilketa. Más adelante encontramos danzas, como aquélla que cita E. Jordá como propia de las cargadoras de los muelles de Bilbo, que bien pudieran tratarse de las del tipo de las que aquí tratamos, en que mujeres solas vuelven del trabajo trabadas por las manos en movimiento violento o rápido. No podemos, por lo tanto, ofrecer un análisis histórico sobre el origen de ésta danza.
