Se trata de una danza circular, social, mixta, que se desarrolla en el sentido contrario a las agujas del reloj, y que, si bien tiene una estructura común en Bizkaia, posee también algunas variantes. La sobrevaloración que se ha hecho del primer danzante o aurreskulari (literalmente: el de la mano delantera) ha permitido que se conozca este baile también como Aurresku y como Aurresku de Anteiglesia, por contraposición con el Aurresku de Honor o Aurresku de exhibición, de nueva creación. B. Mª. GARRO (Cómo Bailar el Aurresku, artículo publicado en la Revista Dantzari, número 4, 1966, páginas 16 a 22) nos ofrece un resumen de las partes de la danza así como una serie de consejos para los danzantes. Divide la danza en cinco partes diferenciadas en pasos y músicas: El Desafío u Oillar Auzka (J. L. ETXEBARRIA la llama, también, Aurrez Aurre), que consta a su vez de una llamada o Deia, cuatro sub-partes, y el aviso de salida o de terminación.
Tras salir los danzantes en fila y sin darse las manos, se colocan frente a las autoridades en forma de media luna. Entonces se adelantan el Aurreskulari y el Atzeskulari haciendo burpiles (grabiletia o gurpil) y con la mano girando en la mano derecha. Ejecutan una serie de pasos y, por fin, vuelven a sus puestos y se forma la cadena. El Pasamanos o Esku Aldatzekoa (J. L. ETXEBARRIA prefiere llamarla Abarketak), que se compone de dos sub-partes que se repiten, una en general y una segunda con cada bailarín. Mientras se va rodeando el local festivo, comienza a bailar el aurreskulari y, al terminar, lo hace el primer zerbitzari.
El Contrapás (J. L. ETXEBARRIA distingue dos partes: Erregelak o Ingurutxo, en que se eligen las mozas; y Banango Zaharra u homenaje), que se toca hasta que se hayan sacado a todas las chicas a la cuerda de baile. Es la parte más ceremoniosa, pues es el momento en que se hacen los honores a las chicas o mujeres que salen a participar de la cadena. Para ello, los zerbitzariak han preguntado al Aurreskulari por su pareja, y han ido a buscarla y pedir su consentimiento. A continuación, y por fuera de la cuerda de baile, se colocaran ambos, flanqueando a quien ha entrado, y a ella le dedicará sus exhibiciones el solicitante. Dice GARRO que hay quien pone su boina (Txapela) sobre la cabeza de ella, en sus manos o a sus pies. Por fin, la mujer entra a formar parte del baile. Para ello, durante su recorrido alrededor de la plaza, se hará un primer puente, bajo el cuál deberá pasar ella, puente que ha sido interpretado como selectivo. A continuación se hace lo propio con la compañera de baile del Atzeskulari, efectuándose un segundo puente. Y, por último, van a buscar al resto de las mozas, que se van intercalando entre los varones.
El Zortziko (J. L. ETXEBARRIA lo llama Eskasak) final, en que bailan chicos y chicas. Y concluye, dice GARRO, con Orripeko o Fandango, también llamada Jota, aunque el autor se muestra disconforme, el Arin Arin o Porru Salda, y la Biribilketa o Corre Calles que, por no pertenecer propiamente a la Soka Dantza, puesto que se trata de danzas también ejecutadas de manera independiente, van a ser tratadas en otro apartado.
En cuanto a los consejos que ofrece B. Mª. GARRO a los bailarines encontramos que deben ser ocho, si bien también se puede realizar la exhibición con más o menos varones (ya que, al menos en el caso del Duranguesado de Bizkaia, la Soka Dantza suele realizarse tras las danzas de hombres, y éstos son ocho). Tanto la primera como la última mano, el aurreskulari y el atzeskulari, han de saber bailar todas las piezas, ya que a lo largo del baile intercambian sus papeles. Junto a ellos, los zerbitzariak serán los encargados de sacar a las chicas a bailar, primero siguiendo las indicaciones del Aurreskulari, posteriormente las del Atzeskulari, y, por fin, según su propio criterio. Estos, junto a los otros cuatro danzantes, deben saber bailar, por lo menos, el Pasamanos, Orripeko (Fandango) y Arin Arin.
Es una danza que, por social, se ha extendido por toda o casi toda la geografía de Bizkaia, pues de ella se habla tanto en el Duranguesado, como en la zona de Gernika, con canciones para la ocasión, en Bilbao, y en Arratia, lo mismo que por las Encartaciones, siendo, junto al Fandango u Orripeko y al Arin Arin la de más amplia difusión.
Al tratarse la Soka Dantza de una danza social, y por lo tanto no sometida a ritual alguno, se ha visto representar con vestimentas muy variadas, propias de cada época en las que se han exhibido. No tenemos, por lo demás, constancia de la creación de tal tipo de danzas, si bien parecen ser de gran antigüedad por su extensión a lo largo del Norte Peninsular, ya que Soka Dantza, Gizon Dantza, Giza Dantza, etc. van extendiéndose a lo largo de toda el área de habla euskérika. Hemos de tener en cuenta, por otro lado, que la Soka Dantza o Aurresku, se ha mantenido viva en Bizkaia en aquéllas poblaciones en que existe, además, otro tipo de danzas más rituales, como es el caso de la Dantzari Dantza del Duranguesado, la Xemeingo Ezpata Dantza de la población limítrofe con Markina, o la Kaixarranka, actualmente exhibida en Lekeitio. Indumentarias diferentes encontramos, por lo tanto, en poblaciones distintas y épocas diversas tal y como podemos comprobar en cuadros y dibujos. La boina o txapela, hoy en día utilizada por la mayoría de los ejércitos del mundo, ha sido, con variaciones diversas en tamaño, forma y color, el sombrero propio de los varones del País Vasco, sobre todo en las zonas agrícolas (aunque la boina azul parece haber sido característica de los habitantes de Bilbo).
En la Soka Dantza adquiere una función principal a la hora de presentarse el danzante ante la dama de su elección, momento en que éste debe descubrirse, estando cubierto durante toda otra exhibición. A continuación, los investigadores no se ponen de acuerdo al respecto, o bien se viste con ella a la mujer, o bien la depositan ante sus pies. Representa, por así decir, la voluntad de hacerse uno con ella o de rendirle homenaje.
El pañuelo que se utiliza para evitar que las manos se toquen durante la exhibición. Parece ser que antiguamente, y aún hoy en varias poblaciones, la cuerda o Soka se creaba uniéndose directamente, y sólo más recientemente, posiblemente durante los siglos XVII o XVIII, y con seguridad a lo largo del XIX, se ha introducido la modalidad de crear los eslabones mediante las citadas prendas. El motivo de tal introducción no está claro, y si algunos etnógrafos se refieren a cuestiones de higiene, otros prefieren hablar de mensajes ocultos que se pudieran comunicar entre los participantes, e incluso de permitir a quien se sienta agredido o agredida dejar el baile.
No hemos encontrado referencias acerca de la Soka Dantza que se haya realizado con instrumentos diferentes al Txistu y Tamboril, acompañada en ocasiones de Silbote y Atabal.
La Soka Dantza se conoce a lo largo de la cultura vasca con diferentes denominaciones: Gizon Dantza, Esku Dantza y Aurresku sun algúnos de los más comunes, junto al que aquí utilizamos. Al tratarse de danzas sociales, mixtas, con hombres y mujeres unidos bien por las manos o mediante pañuelos, por lo general, u otro utensilio, hemos considerar su pertenencia a un tipo de danzas más general, no localizado únicamente en el territorio histórico de Bizkaia, ni en la Comunidad Autónoma Vasca, ni tan siquiera en el conjunto de habla común conocido como Euskal Herria, excediendo sus fronteras a lo largo y ancho de Europa. Por lo que respecta a Bizkaia, parece tratarse de la danza más popular, ya que la podemos ubicar a lo largo de la historia tanto en la zona encartada, lindante con Cantabria, hasta su extremo más oriental, ocupando la totalidad del territorio.
Hemos de mencionar como caso particular el de Lekeitio, donde las
mujeres poseen una danza propia conocida como Aurresku o Soka Dantza de
mujeres, posiblemente similar a alguna de las citadas por J. I. IZTUETA
(1767-1845) exhibidas en Gipuzkoa en el siglo XVIII y XIX. Su
peculiaridad consiste, precisamente, en ser éstas quienes ejecutan la
exhibición, y no los varones, como es habitual otros lugares. El origen
de la Soka Dantza o Aurresku es actualmente desconocido. Curt SACHS, en
Historia Universal de la Danza, se limita a asociarla a las coreografías
eminentemente pastoriles, sin dar una fecha ni tan siquiera aproximada,
si bien menciona figuras y dibujos propios de la Grecia clásica que
pudieran tener algún tipo de relación. Otros investigadores, más centrados en los archivos históricos, como son Iñaki IRIGOYEN, Felipe AMUTXASTEGI, Emilio Xabier DUEÑAS, etcétera, nos pondrán sobre la pista de tales bailes en tres cuestiones que queremos resaltar aquí: Durante el siglo XV la Soka Dantza o Aurresku debió ser muy frecuente, así como que fuera la autoridad eclesiástica la que abriera el baile.
A lo largo del siglo XVI y XVII, la Iglesia oficial se opone formalmente a la realización de jolgorios, y prohibe expresamente a los sacerdotes y otros ministros, el ser cabeza o participar del baile, aunque no parece surtir un efecto claro en algunas poblaciones. Es también el tiempo en que se llega a excomulgar a los músicos que hicieran sonar sus instrumentos dando solaz a los danzantes de ambos sexos. Aún el siglo XVIII, y la primera mitad del XIX, cuenta con la Soka Dantza como baile social y mixto por excelencia. Sin embargo durante ésta época parece que se efectúa una variación al unirse los danzantes no por las manos desnudas, sino mediante pañuelos, tomando como excusa la mayor higiene que comportan, sin olvidar otras cuestiones sociales como la de permitir abandonar la Cuerda, o el evitar los mensajes secretos entre los participantes.
Por fin, la segunda mitad del XIX y los comienzos del XX, con el proceso de industrialización consiguiente, conlleva el hecho de limitar la danza a ciertas fiestas en las que se ejecutan otras exhibiciones y viceversa. La Soka Dantza va desapareciendo paulatinamente, lo mismo que el resto de danzas tradicionales, salvo donde se mantiene un corpus festivo fuerte. El último episodio comienza a finales del XIX y continua durante todo el siglo XX, cuando, tras las guerras carlistas, hay un renacer de la cultura tradicional y los ánimos culturales se centran en recuperar el terreno perdido hasta el momento. Los estudios, entonces, buscan en archivos y bibliotecas particulares las actividades de gentes de otros siglos previos. Es ahora cuando se recupera el Aurresku de Mujeres de Lekeitio, o la Ezpata Dantza de Xemein, o, más tardíamente, la estructura de la Soka Dantza de Bilbo.
Ubicación de la Soka Dantza durante el siglo XX
Según parece, la Soka Dantza se ha mantenido en aquéllas poblaciones en las que existe alguna otra danza de tipo ritual. Encontramos, en éste sentido, la Soka Dantza en: ABADIÑO, BERRIZ, GARAY, IURRETA, IZURTZA, MAÑARIA, ONDARROA y XEMEIN.
Ubicación de la Soka Dantza antes del siglo XX
Antes del Siglo XX, sin embargo, la Soka Dantza parece haber ocupado la mayor parte del territorio de Bizkaia, y existen referencias históricas tanto en Arratia como en las Encartaciones, en la zona de Gernika, o en la Costa, y Bilboa. Algúnas de dichas ejecuciones, como la de Bilbo, han visto su renacer en los últimos años, otras, sin embargo, aún no se han recuperado. Sin embargo, hoy por hoy, dichas referencias han desaparecido.