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 En algunas ocasiones se ha utilizado la denominación de brokel-makilena para designar tanto a esta danza como al ciclo completo de la brokel-dantza, práctica que se halla en el origen de no pocos equívocos y malentendidos. En esta propuesta emplearemos las denominaciones que utilizó Iztueta y trataremos de evitar así las confusiones que resultan de no distinguir correctamente entre sí el ciclo completo de danzas de la brokel-dantza y esta danza concreta. Así pues, siguiendo el modelo establecido por Iztueta, la brokel-dantza constituiría un ciclo completo de danzas --o, por decirlo con sus propias palabras, de mudanzas--, y la brokel-makilena (danza de broqueles y palos), por el contrario, una de las danzas que integran ese ciclo, precisamente aquella que se ejecuta con las herramientas de las que deriva su nombre.
A lo largo del último siglo y medio las herramientas empleadas para ejecutar la brokel-makilena han sido muy variadas. Por un lado, se han empleado dos tipos de broqueles, escudos pequeños o platillos: de madera y de chapa. Por otro lado, junto con el broquel se han utilizado en ocasiones palos pequeños y otras veces dagas. En esta propuesta se han utilizado broqueles y palos de madera, aunque nos consta que los broqueles y las dagas de chapa han sido utilizados con profusión y aún se siguen utilizando a menudo.
Esta brokel-dantza presenta la misma estructura que el resto de las danzas que se bailan con ayuda de herramientas: actuación individual del capitán, zortziko ejecutado por todo el grupo y juego realizado entrechocando las herramientas. Al igual que en los juegos de palos grandes y arcos pequeños, en el juego de broqueles y palos iniciará el juego el grupo entero, le seguirá el cuarteto central y finalizará de nuevo el grupo entero.
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