 El saludo o reverencia se suele bailar tanto en la brokel-dantza como en la soka-dantza. En la brokel-dantza Iztueta ubicó el saludo a continuación del paseo, mientras que José Antonio Olano solía ejecutarlo al comienzo, precediendo al paseo. Tal como indica su nombre, esta danza cumple una función protocolaria de saludo.
La brokel-dantza la baila todo el grupo, con el capitán a la cabeza, mientras que en la soka-dantza son únicamente el aurreskulari y el atzeskulari quienes danzan en honor de las damas que los servidores han llevado ante ellos para que se incorporen a la cuerda de baile.
Juan Ignacio Iztueta incluye la reverencia dentro del ciclo de la brokel-dantza, pero también la incluye en la ezpata-dantza y en el repertorio de melodías tradicionales. Al describir una a una las danzas antiguas Iztueta afirma lo siguiente con respecto a la reverencia: “La reverencia solía bailarse ante el Altar mayor cuando los ezpatadantzaris bailaban en la iglesia, y no [se bailaba] en ningún otro sitio”.
Ignoramos si Iztueta se refiere aquí a la reverencia propia de la brokel-dantza o si se trata de dos danzas diferentes. Iztueta nos proporciona asimismo datos sobre la estructura de esa reverencia que incluye en el repertorio de melodías antiguas. Dice así el maestro de danzas zaldibitarra: “La reverencia consta de 16 puntos en 2 partes. Las dos partes se tocan dos veces cada una y constan de 32 puntos a danzar de la siguiente forma:
1. La primera parte tiene 8 puntos y el dantzari debe tomar.... 8 2. ....... La segunda parte tiene 8 puntos, y debe tomar ...... 8”
Así pues, estructuralmente coincide con el saludo que se danza hoy en día.
 |  | Aunque los saludos que se ejecutan en la soka-dantza y en la brokel-dantza constituyen la misma danza, existe un elemento que las diferencia entre sí. Tradicionalmente se ha considerado de mala educación que el dantzari, en el momento de danzar frente a la dama que ha de incorporarse a la cuerda de baile, dé la espalda a la homenajeada –un gesto tan reprobable, según la tradición, como el de dar la espalda al Señor cuando se danza en el interior de la Iglesia. Iztueta no afirma explícitamente que lo que se baila en la soka-dantza sea la reverencia, pero las instrucciones que imparte para ejecutar correctamente esta danza concuerdan con las que nos han llegado vinculados tradicionalmente al saludo: “pero sin ejecutar cabriolas de vuelta entera, pues es grande descortesía que el dantzari le dé la espalda a la dama”. Así pues, cuando se ejecuta la reverencia en la soka-dantza, el dantzari evitará o modificará aquellos pasos que impliquen dar la espalda a la homenajeada.
La reverencia que se ejecuta en la brokel-dantza suele bailarse hoy en día siguiendo un esquema relativamente fijo. En dicha danza las carreras y cabriolas con vuelta son los pasos en los que el dantzari muestra su espalda, razón por la cual dicho pasos son sustituidos por cabriolas sin vuelta y por carreras de cortesía..
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